Hoy estaba dando un paseo,
aprovechando uno de los escasos respiros que nos está dando este agosto eterno,
cuando un anuncio ha llamado poderosamente mi atención.
El BBVA, uno de los bancos más
grandes de España, anuncia en la oficina de mi localidad que ¡regala cromos!.
¿Dónde quedaron esos tiempos en
que regalaban sartenes, vajillas o cuberterías? ¡Tanto como hizo el sector
bancario por renovar el ajuar de los hogares españoles y ahora, supongo que por
la crisis, claro, se ven abocados a no poder regalar nada más que cromos!
Aunque, claro, como pasaba con
las sartenes, regalar, lo que se dice regalar, tampoco los regalan... Para
conseguir los cromos, tienes que hacer un ingreso de 300 euros, (50.000
pesetas, para los nostálgicos).
Se me dirá, tal vez, que es una
promoción destinada solo a los clientes infantiles del BBVA. Es cierto, si eres
adulto y, sobre todo si eres jubilado, hay otras ofertas mucho más atractivas...
En ese caso, en lugar de cromos te ofrecen participaciones preferentes. ¿Qué
para que sirven? Bueno, a la vista está que para lo mismo que los cromos, para
coleccionarlas y, en todo caso, para cambiarlas con tus amigos en el parque. Para
mucho más, no. Miles y miles de familias han sido estafadas por los bancos y
cajas de ahorros españolas, ante la aquiescencia de nuestro gobierno, víctimas
de un moderno "timo de la
estampita".
Cromos, participaciones preferentes.
¿Cuál es la diferencia? Me temo que solo cambia el "público objetivo"...
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