Hace tiempo me contaron un chiste en Bolivia:
"Allá por los años 70, el dictador de turno en Argentina visita a su homólogo en Bolivia. Durante una recepción oficial en La Paz, el presidente andino le va presentando a sus ministros. Tras presentarle al ministro boliviano de Marina, el general argentino se estremece de la risa, exclamando: ¿Pero cómo es que tenéis un ministro de Marina?, ¡si no tenéis mar! A lo que el dirigente boliviano le contesta muy serio: Pues por lo mismo que vosotros tenéis un ministro de Justicia..."
Los asuntos de la Justicia serían muchas veces para reír, si no fueran para llorar. Hoy entra en vigor en España la nueva ley de tasas judiciales. Una ley que el gobierno del PP ha sacado adelante, a pesar de que con ella no están de acuerdo ni los mismos jueces, ni los abogados, ni mucho menos los ciudadanos españoles.
Pero, en un ejemplo más de la eficacia de nuestra burocracia, se ha comunicado que no pueden pagarse aún, "porque no están listos los formularios"...
Dicen que el Fin del Mundo llegará dentro de un mes, y con él el Juicio Final... Espero que no le hayan encargado el asunto al ministro de Justicia español, porque en ese caso, además del susto, nos va a salir caro el asunto. Aunque, conociendo la rapidez de la justicia española, a lo que conozcamos el veredicto ya le ha dado tiempo a Dios nuestro Señor de crear un nuevo Universo...
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