viernes, 27 de agosto de 2010

De nuevo el Agua

El agua es Vida.
Somos Agua.
En todas las culturas existen mitos sobre el Agua.
Se ha predicho muchas veces que el próximo enfrentamiento mundial será por el Agua.
En Bolivia, un país que tengo el privilegio de conocer un poco, el Agua es un tema muy sensible. Por exceso o por defecto, marca la vida de sus habitantes.
Desde allí viene esta fábula, en forma de cortometraje, para hacernos pensar sobre temas como el acceso al Agua o su privatización: Abuela Grillo.



domingo, 22 de agosto de 2010

Los 40 Principales de la NASA

La agencia espacial pone en marcha un concurso para elegir entre 40 canciones con las que despertar a los tripulantes de las misiones.
Se puede consultar la lista y votar en: https://songcontest.nasa.gov/top40.aspx

Yo, personalmente, añadiría esta otra propuesta:



martes, 3 de agosto de 2010

Presencias

Ayer estuvimos paseando junto a un río. Hacía una tarde estupenda. El clima y el entorno parecían conjugarse para crear un hermoso conjunto natural.
Pero existía un factor discordante: la basura. Su omnipresencia era imposible de obviar. En forma dispersa o concentrada en grandes montones, era testimonio de otros seres humanos que habían estado allí antes que nosotros.
Porque si algo distingue al ser humano de otros animales puede que sea su capacidad para llenar de basura el medio natural.
¿Es ésto algo innato a nuestra condición humana? Yo creo que no. Pienso que hay dos grandes grupos de personas, en lo que se refiere a cómo deciden pasar por la vida.

Algunas quieren que se note siempre que están ahí. Van dejando continuamente rastros de su presencia. Si visitan algún lugar, quedarán allí innumerables huellas de su paso: envoltorios de su comida, latas de su bebida, colillas de su tabaco, latas de aceite de su coche... Se podría reconstruir gran parte de su vida, sus posesiones y sus aficiones a partir de esos restos. De hecho, hace tiempo que descubrí que ya existe una disciplina académica que forma "arqueólogos de la basura".
Todo lo anterior se refiere al paso de estas personas por espacios abiertos, pero en ambientes cerrados también intentan que su presencia no pase inadvertida: entran vociferando en cualquier local; sus vecinos saben siempre cuando llegan a casa por sus portazos a cualquier hora de la noche; hablan por el móvil a voz en cuello como si a todos nos interesaran sus conversaciones... y si utilizan el retrete dejan también muestras notorias de su paso por allí... (Personalmente alguna vez he estado tentado de tomar "muestras" y buscar restos de ADN para identificar al "culpable"...)
Finalmente, su vocación de perdurar en el tiempo les impulsa a dejar testimonios escritos: ya sea en un barco del parque, en un urinario público o en las ruinas de Macchu Picchu, un impulso irrefrenable les lleva a proclamar "Fulanito estuvo aquí". Creo que eso no dista mucho del instinto de territorialidad de muchos animales, que les lleva a orinar en cada arbolito...

Por contra, existe otro grupo de personas que tratamos de que nuestro paso por un lugar, natural o urbano, abierto o cerrado, suponga la menor incidencia o alteración posible. Quizá nuestra actitud sea más tratar de "interiorizar" que exteriorizar las emociones (o las pulsiones físicas) que nos asaltan en ese momento.
Así, si tenemos necesidad de escribir algo, lo haremos en nuestro cuadernito, o trataremos de memorizar la idea para elaborarla a nuestro regreso al hogar. Si tenemos hambre o sed, las mitigaremos disfrutando del entorno; tras lo cual llevaremos con nosotros de vuelta, en nuestra mochila o en nuestro coche, los residuos generados.
Si nos asalta un "inconveniente fisiológico", tomaremos las medidas convenientes para que no quede ningún rastro de esa "llamada de la Naturaleza", tanto si respondemos a ella en el medio natural o en un local cerrado habilitado para ello.
En caso de que tengamos que realizar o responder alguna llamada telefónica lo haremos discretamente, sin dar por sentado que a los que nos rodean les interesa nuestra conversación.
Y si tenemos que regresar al hogar, o a la habitación de un hotel, a las horas que se consideran comúnmente como destinadas a un merecido descanso, lo haremos sin que todos nuestros vecinos se despierten y miren el despertador...

Ya sé que la propaganda ha hecho mucho daño a la sociedad, pero estoy convencido que el ideal no es ser "hombres que dejan huella"...