jueves, 29 de agosto de 2013

¿Impuesto sobre los sueños?

El gobierno español, por increíble que parezca, quiere cobrar impuestos por el Sol.
Les da igual que se rían de ellos en el resto del mundo. Los españoles, por desgracia, sabemos que a este gobierno, ensoberbecido por su mayoría absoluta, cuando algo de le pasa por la cabeza, lo hace.
¿Qué será lo próximo? ¿Un impuesto sobre el aire respirado? ¿Una tasa de desgaste de aceras? ¿Un medidor obligatorio de deposiciones?
Ayer pensaba que lo más terrible sería que nos aplicaran un impuesto sobre los sueños. Quizá sea la única libertad que nos va quedando en este país, la libertad de soñar una sociedad mejor, un país diferente, otro mundo posible. Un futuro.
Parece algo exagerado, una cosa de todo punto imposible. Pero, la verdad, me da un poco de miedo que, en el fondo, ya lo hayan logrado.
Los mensajes siempre son los mismos: "hacemos lo que haya que hacer", "éstas son las únicas medidas posibles", "no hay otra salida". La sucesión incesante de estos discursos trata de mermar nuestra capacidad de soñar, hasta que ésta desaparezca por completo.
No tenemos un impuesto sobre los sueños, pero sí nos van imponiendo, poco a poco, medidas políticas, laborales y sociales para que dejemos de soñar.
Tal vez nuestra situación sea como la de la rana en la olla de agua caliente:

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