domingo, 3 de enero de 2010

Planes estúpidos

Este año, durante las tertulias de Nochevieja con mis cuñad@s, el tema de los vuelos en avión fue bastante recurrente.
Por un lado, estaban los, entre indignados y/o fastidiados, por las nevadas que amenazaban la normalidad de sus viajes, o la vergüenza del cierre de la compañía aérea del presidente de los empresarios españoles, que dejó en tierra y sin navidades en familia a cientos de inmigrantes sudaméricanos.
En otro apartado estaban las conversaciones sobre los nuevos protocolos de seguridad en los aeropuertos, implantados ante el incremento de la amenaza terrorista "decretado" por Estados Unidos.
Finalmente, otro sector se dedicaba a compartir sus planes sobre viajes a lugares exóticos.
Yo les estuve escuchando a todos, entre curioso y perplejo, para terminar, finalmente llegando a una conclusión: viajar, sobre todo en avión, se ha convertido en un bien de consumo más, como los teléfonos móviles inteligentes, los GPS o las televisiones de plasma de cuarenta y tantas pulgadas.
El asunto es que yo sigo utilizando el móvil sólo para hacer llamadas; me encanta consultar los mapas de carreteras, desplegarlos y seguir la ruta con el dedo; y respecto a la televisión, no acabo de encontrar la ventaja en ver, ampliada dos o tres veces la cara del portavoz de la oposición rugiendo anatemas o la de la "famosa" de turno contando intimidades.
Para mí, viajar sigue siendo una actividad trascendente, fuente de conocimiento y de descubrimientos, tanto de otras culturas, sociedades y modos de vida, como de uno mismo.
Debo confesar que durante el mes pasado estuve tentado, por dos veces, de emprender algún viaje para "aprovechar" los días festivos de mi familia. Consulté cientos de páginas web buscando vuelos, hoteles y lugares "imprescindibles" a visitar.
Finalmente, deseché la idea, al no acabar de encontrarle sentido a un viaje apresurado, "por hacer algo". Y ello pese a que alguien muy cercano y muy querido, me recomendaba "cambiar de aires".
También sobre el "cambio del aire" trata este impactante vídeo, que quizá nos lleve a replantearnos sobre si tienen o no sentido muchos de nuestros viajes en avión.





Se trata de una denuncia sobre el incremento desmesurado del tráfico aéreo que realiza una organización denominada "Plane Stupid".
No sé por qué, su nombre, en español, me recuerda mucho a "Planes estúpidos"...

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