viernes, 29 de julio de 2011

La Vida en la calle

Hemos cambiado de oficina. Como todo en la Vida, esto tiene sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. Pero sin duda, lo mejor, es haber cambiado de vecinos. Ahora, en lugar del omnipresente ruido del enorme generador eléctrico de la Cruz Roja Canadiense, tenemos, como fondo musical, las alegres risas de los niños que asisten a un campamento urbano de verano en la finca de al lado. Aunque solo sea por eso, merece la pena el cambio.

Por lo demás, pocas cosas han cambiado en Jacmel. Aunque hoy me ha llamado poderosamente la atención una imagen. Dos mujeres jóvenes sentadas en sillas de madera a la sombra de una acacia. Una de ellas amamantaba a su bebé de pocos meses, mientras la otra cosía con una máquina como la que tenía mi abuela… Y es que aquí todo se hace en la calle. Cuando tu “hogar” es una tienda de campaña o una vivienda precaria casi sin ventilación, ¿cómo no vas a preferir vivir en la calle? Y así, la peluquería está en la calle; el carpintero trabaja en la calle; el joven músico ensaya con su trompeta en la calle; cuatro hombres juegan al dominó en la calle…

Hace calor. Estamos en época de lluvias. Pero a veces me arrepiento de desear que se eche a llover “para que refresque”. ¿Qué pasará cuando, dentro de un rato, empiece la tormenta? Supongo que todos mis vecinos abandonarán su Vida en la calle y se refugiarán en sus casas. Para la mayoría de nosotros, eso no es un problema, pues en nuestras viviendas disponemos de todo tipo de comodidades y entretenimientos. Aparatos electrónicos que nos hacen la vida más fácil… o a los que entregamos nuestras Vidas… Nuestros hijos, nietos, sobrinos, nuestros pequeños vecinos, ya no juegan en la calle. ¿No quieren? En sus hogares encuentran ¿todo lo que necesitan?...

Tal vez por eso, entre otras cosas, nuestros pueblos y ciudades parezcan, en ocasiones “tomados” por los inmigrantes… La mayoría viven también en casas precarias (en las que ya no querríamos vivir nosotros…), sin muchas comodidades y sin “entretenimientos electrónicos”. Además, su cultura no incluye pasar la mañana y la tarde en el bar, “echando la partida”, o “su presupuesto” no se lo permite…

Diferentes maneras de vivir. Lo importante, en cualquier caso, debería ser conseguir que haya realmente Vida en nuestro diario quehacer.


1 comentario:

ayla dijo...
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