En todo el tiempo que llevo en
Jacmel, mis “obligaciones sociales”
me han llevado a asistir a unas cuantas fiestas, (la última de ellas este
sábado por la noche). Es por eso que creo ya conozco un poco la especial
dinámica de este tipo de actos en Jacmel.
Desde un punto de vista
eurocentrista, la primera peculiaridad es la de los horarios; aunque este es un
tema que ya comenté alguna vez. Se nos cita “a
partir de las 7 p.m”. Yo llegué a las 7.50 y no estaban ni los anfitriones…
(Afortunadamente, en la casa había otras personas…) Me retiré a las 10.30 y
todavía seguía llegando gente a esas horas…
Segunda peculiaridad, la música.
Toda fiesta debe contar con un “disc
jockey de guardia” y un equipo de sonido con enormes altavoces, que
aseguren que todo el barrio se entere de que hay fiesta. Respecto al tipo de
música, será siempre música haitiana, “kompa”.
En primer lugar porque el “disc jockey de
guardia” no traerá nunca otra cosa. En segundo lugar, porque aunque los
anfitriones dispongan de otras variedades musicales, el “disc jockey de guardia”, nunca las pondrá. Y, en tercer lugar,
porque si, “por error”, suena otra
cosa que no sea “kompa”, todos los
invitados haitianos harán “boicot” y
permanecerán sentados con cara de aburridos…
Esto me da pie para citar la
tercera peculiaridad de una fiesta en Jacmel: aunque se celebren, como es
normal por las altas temperaturas, en un jardín al aire libre, en las fiestas
debe contarse con un número de sillas al menos igual a la cantidad de
invitados/as presentes… Al menos igual al número de haitianos… Mi experiencia
de asistente a fiestas jacmelianas me ha llevado a dudar seriamente de esa
leyenda de que los caribeños llevan el ritmo en la sangre… No he visto un grado
mayor de “apalancamiento” ni en mis
cumpleaños de adolescencia… El porcentaje de invitados que bailan en una fiesta
no suele llegar ni al 10%; un porcentaje compuesto, en su gran mayoría, por los
“blancos” asistentes…
Entonces, ¿cuál es el momento de
mayor animación de una fiesta? Cuarta peculiaridad: el momento en que se sirve
la comida. Ese es el verdadero centro de una fiesta. De hecho, tengo la
sospecha de que si aparecen invitados (y “no invitados”…) varias horas después
de la hora de convocatoria, es porque vienen de otra fiesta donde ya se acabó
la comida… De todos modos, en el tema gastronómico como en el musical, los
haitianos tampoco son grandes amantes de los “experimentos”: en la última
fiesta había cuatro tortillas de patata que creo que ninguno de los haitianos
probó… Afortunadamente no se echaron a perder, pues la colonia de españoles
presentes dimos buena cuenta de ellas.
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