domingo, 29 de mayo de 2011

Si tú me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven

Hacía tiempo que no leía un libro de un tirón.

Este no es no un libro largo. Incluso puede decirse que “se lee fácil”. Pero es un libro lleno.

Quizá no tanto lleno de contenidos, como lleno de sentimientos. Y no de sentimientos complejos, sino de las emociones simples, (que no sencillas), que mueven, o deberían mover, nuestra Vida.

Creo que es un libro escrito más desde el corazón que desde el cerebro. Tierno e íntimo.

Con reflexiones sobre la infancia. Sobre cuándo dejamos de ser niños. Sobre si dejamos alguna vez de ser niños. Sobre si queremos realmente dejar de ser niños. Sobre si debemos querer dejar de ser niños…

Pero también un libro sobre la Amistad y el Amor. Sobre esas personas que tenemos la suerte de encontrar en la Vida y que nos dan la energía necesaria para vivirla. Esas personas, sin las que, probablemente podríamos vivir; pero sin las que no queremos vivir…

Y también es un libro sobre la Vida. Sobre qué hacer con ella. Cómo enfrentarla. Cómo dirigir nuestros pasos hacia esos lugares mágicos que nos esperan. Allí donde encontraremos las respuestas a preguntas que aún no nos hemos hecho, y a las personas sin las que no querríamos vivir…

Es difícil que apenas cien páginas contengan tanta pasión por la Vida; pero puede hacerse.


No hay comentarios: