jueves, 4 de noviembre de 2010

Jacmel is different



Nuestros vecinos de la Cruz Roja canadiense se pasan el día lavando su docena de todoterrenos, cuando doscientos metros más abajo existe un campo de refugiados viviendo en tierras sin acceso a agua corriente.

En la tienda de móviles más chic de Jacmel, los empleados calculan los cambios a devolver de tu compra utilizando sus nuevas y flamantes Blackberry.

Los limpiabotas de la ciudad no te abrillantan los zapatos puestos; te ofrecen una sillita, te los quitas y te ofrecen unas chanclas mientras tanto.

Las alcantarillas de Jacmel no tienen tapas. Deben estar siendo utilizadas para otros menesteres. Lo cual, en una ciudad tan poco iluminada como ésta, añade “una cierta emoción” a los paseos nocturnos…

Compartir una sola mototaxi entre dos pasajeros, se considera normal y aceptable. Solo es necesario pagar el doble, claro. También se puede utilizar una mototaxi para llevar arrastrando carretillas o hierros de construcción que hacen saltar chispas de las sufridas calles de Jacmel.

Bien temprano de madrugada unas mujeres recorren las calles anunciado “pan caliente” a domicilio.

No hay comentarios: