viernes, 12 de noviembre de 2010

Los protegidos


El cólera, también conocido como “la enfermedad de las manos sucias”, se extiende poco a poco, inexorablemente por Haití. Se trata de una de las pocas “maldiciones” que había perdonado a este sufrido país en los últimos años. Pero, dadas las condiciones higiénicas en las que deben vivir la mayor parte de sus habitantes, lo extraño es que no haya aparecido antes.

El terremoto del 12 de enero, además de ocasionar cientos de miles de muertes, dejó sin hogar a más de un millón de personas, que, desde entonces, viven en campos de refugiados que, en muchas ocasiones, no disponen de los adecuados servicios de agua y saneamiento. Pero la situación ya llevaba muchos años deteriorándose. Hoy leía que en los años 80, durante la dictadura de los Duvalier, una persona podía ser detenida si tiraba un papel al suelo en las calles de Puerto Príncipe. Esta semana, la prensa publicaba que varios cerdos vagabundeaban en los alrededores del Palacio Nacional de ese mismo Puerto Príncipe. Como dicen en mi tierra. “ni tanto ni tan calvo”.

Pero, más allá de las causas inmediatas de la epidemia, o de las causas estructurales, la mayor preocupación ahora mismo es el tratamiento de los enfermos y la concienciación a la población para evitar que la enfermedad se extienda aún más, de manera explosiva. La verdad es que es difícil. Las campañas iniciales de “Lávese las manos” se encontraron con que muchas personas solo pueden lavarse en aguas no muy limpias… Luego se continúo con “Lávese con agua y jabón”, pero claro, el jabón cuesta dinero y muchas familias lo tienen muy justito… Así, países solidarios y ONGs comenzaron a repartir jabón… Pero el jabón se acaba, se gasta… Y nadie parece decidirse a tratar de atajar el problema desde su base: acceso al agua potable, redes de saneamiento, recogida y tratamiento de basuras…

Es curioso, pero, por lo poco que sé, ninguno de estos temas aparece en los programas de los candidatos a las próximas elecciones del 28 de noviembre. Supongo que ellos deben considerar que no es TAN importante… Tal vez se sienten “protegidos” de todo mal…

Ese sentimiento de “protección” me contaban ayer que proviene del vudú, la religión oficial de la mayoría de los haitianos. Si cumples determinados ritos, estarás “protegido”, no importa lo que hagas. Así, de alguna manera, muchos sienten que “a mí no me contagiará el cólera”, aunque coma y beba cualquier cosa o tenga un montón de basura a la puerta de mi casa. Me decían que lo mismo ocurría cuando se hacían campañas contra el SIDA, “para qué tomar precauciones si yo ya estoy protegido”. Algunos incluso parece que consideran que “nacen protegidos”, si su madre, tras la concepción, cumple un determinado ritual.

Desde luego, viendo como conducen algunos, me creo que se consideren “protegidos”… En Jacmel debe de haber unas 5.000 motocicletas, y creo que he visto, hasta ahora sólo dos cascos…

Desde España, puede parecer un comportamiento irracional; pero no hace tantos años que soldados españoles portaban un “detente bala” bendecido en el pecho que les protegería de todo mal… Y, en la actualidad, se nos pretende convencer de que contratemos todo tipo de seguros para estar “protegidos”…


No hay comentarios: