lunes, 22 de agosto de 2011

Carta a mis hijos

Hola

Últimamente, se viven acontecimientos tensos, tanto en España, como en el resto del mundo… E incluso en nuestra casa…

En España ha surgido el movimiento de “los Indignados”, 15-M o DRY (Democracia Real Ya), como respuesta a una situación política, social y económica insostenible.

En el resto del mundo, especialmente en los países musulmanes, se han producido levantamientos populares, hasta ahora impensables, dirigidos principalmente por jóvenes a través de redes sociales.

En casa, comenzáis a sentiros mayores y exigís nuevos derechos, que, como es lógico, conllevan nuevas responsabilidades.

A pesar de lo que dijera, en su momento, algún “iluminado”, la Historia nunca termina. Ni la Historia del mundo, ni la de los países, ni la de las personas… La Vida sigue; pero, sobre todo la Vida evoluciona.

Acabo de leer que la diferencia entre “evolución” y “revolución” es solo una “R”; la “R” de la responsabilidad… Una responsabilidad que puede evitar la violencia que, casi inevitablemente, parece ligada a las revoluciones.

Hace poco leía también que otro mundo no solo es posible, ni que ya está aquí. Creo que es bueno que todos tratemos, cada uno desde nuestra posición, de asumir esa responsabilidad de evolucionar; como personas, como naciones y como Humanidad.

Creo que ambos sois inteligentes; ambos tenéis una mente abierta y ambos queréis cambiar esta sociedad. Yo también. Vuestra madre también. Mucha gente a vuestro alrededor también. Algunos partiendo desde bases culturales, políticas e incluso religiosas distintas. Pero creo, sinceramente, que siempre es mejor fijarnos en los que nos une, que en lo que nos separa. Quiero ofreceros, un ejemplo de eso. Me gustaría recomendaros que leáis dos libros. No muy largos, pero creo que con mucho contenido. Uno es “¡Indignaos!”, de Stephane Hessel. Este señor, ¡con 93 años!, ha escrito lo que se considera que fue uno de los documentos básicos del movimiento de “los indignados” españoles… El segundo es “¡Reacciona!”, escrito por diez hombres y mujeres, de diferentes edades y trayectorias, tanto políticas como profesionales, tratando de analizar qué podemos hacer, todos juntos, una vez “indignados”. Porque está claro que, tras la indignación, ha llegado la hora de la acción.

Hace muchos años, un señor muy perverso, pero tal vez, gran conocedor de la sociedad, escribió: “Algo tiene que cambiar, para que todo siga igual”.

Creo que tanto vosotros como nosotros estamos convencidos que ese tiempo ya pasó. Que ahora es el momento de actuar para cambiar, de verdad, este mundo. Quiero que sepáis que para eso siempre podréis contar, también, con nosotros.

Otro señor, al que le tengo mucho cariño, escribió, (y cantó):

“Tal vez será posible que esa hermosa mañana, ni tú, ni yo, ni el otro, la lleguemos a ver. Pero habrá que empujarla para que pueda ser.”


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