sábado, 13 de noviembre de 2010

La peluquería

Esta mañana he ido a la peluquería.

El clima caluroso y húmedo de Jacmel, así como el polvo que se levanta por sus calles no estaba favoreciendo mucho a mis largos cabellos…

Pregunté a otros españoles si conocían un peluquero “de confianza”. Me indicaron uno, pero fui y estaba cerrado. De modo que tomé la decisión de “experimentar” con el que encontrara abierto. Hallé finalmente uno que, además tenía bastante parroquia, así que pensé que no sería malo.

Tuve que esperar un ratito, pero así me dio tiempo de observar un poco el local y a la clientela. Además de peluquería, allí se vendía agua y refrescos, calculadoras y Superglue… Esto del Superglue es algo que me llama la atención. Es omnipresente; lo ofrecen por todas partes, tanto las tiendas como los vendedores ambulantes. En un país en el que está todo roto, no deja de tener cierta lógica…, pero, ¿será verdad eso de que el Superglue puedo arreglarlo todo? ¿Esa es la verdadera base del Plan de Reconstrucción Nacional?

Me tocó el turno. Ya me cuesta hacer entender a los peluqueros en España qué es lo que quiero, como para conseguirlo con un “coiffeur” haitiano… El problema viene, además de que la base de la peluquería de caballeros en Haití está en la maquinilla. Lo normal es elegir entre un corte “al cero” o “al uno”… Y, realmente, a la mayoría de los hombres aquí les queda muy bien, pero yo no estoy seguro de que como quedaría un servidor de esa guisa… De modo que lo primero que tuvo que hacer el peluquero fue buscar en un baulito un accesorio para su maquinilla para que el corte inicial de “descarga” fuera menos drástico. Luego, poco a poco, fuimos definiendo cuánto quería que me fuera recortando por cada lado. Mientras tanto, tuve tiempo de reconocer expresiones de curiosidad en el resto de la clientela… y de ver pasar una vaca por la puerta, paseando por la calle principal de Jacmel…

Cuando, finalmente, di por buena la tarea, el peluquero exhaló un suspiro, de entre cansancio y satisfacción. Le había costado algo más de lo habitual terminar la faena, pero el resultado no fue nada malo.


1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.