lunes, 27 de diciembre de 2010

Esencias del Caribe

Ayer a las cuatro de la tarde estaba bañándome en las cálidas aguas del mar Caribe. No pude evitar pensar que, en esos momentos, eran las diez de la noche en España, y que, según mis informaciones, la mayor parte del país tenía temperaturas bajo cero.

Son las cosas que tienen el cambio de hora y también los cambios de latitud. Siempre recuerdo una tira de Mafalda en la que la pobre no puede dormir pensando en que los chinos, en ese mismo momento están todos trabajando…

Cada vez que oigo declamar discursos proclamando verdades absolutas a nivel universal pienso en cosas como esas. No creo que exista una sola manera de entender el mundo, Tampoco estoy muy seguro de que el lugar donde uno nace, o en el que vive, condicione necesariamente su manera de enfrentarse a la vida, pero sin duda tiene una cierta influencia en el modo de ver las cosas.

El sábado, en una reunión me preguntaron sobre mi opinión personal, como extranjero, sobre la actual situación de Haití. Mi respuesta fue que todavía no puedo entender muchas cosas. Sobre todo, me cuesta llegar a saber, o a entrever siquiera qué es lo que pasa por la cabeza de los haitianos, que, son, al fin ya al cabo, los que deberían ser los dueños del destino de este país.

Quizá todavía me he bañado poco en estas aguas. Todavía no me he impregnado suficientemente de las esencias de este país. Pero estoy en ello.

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