sábado, 11 de diciembre de 2010

Tap Tap



Hoy ha sido mi primer contacto con el principal medio de transporte de Haití: el Tap Tap.

Se trata normalmente de pequeñas camionetas pick con dos bancos corridos de madera en su parte trasera, que terminan sobresaliendo de la plataforma del vehículo. Esta sencilla “obra de ingeniería” permite el transporte de hasta doce personas… o más, dependiendo de la necesidad.

En Puerto Príncipe los Tap Tap suelen estar pintados con colores vivos, de manera las calles parecen una exposición móvil de arte popular. En Jacmel normalmente son mucho más discretos. Lo que casi nunca falta en ellos son invocaciones a la omnipotencia de Dios o peticiones de ayuda y protección al Altísimo. Eso está muy bien, porque, al fin y al cabo, es la única medida de seguridad con la que cuentan esos vehículos.

Cada vez que los veo me pregunto si los fabricantes de esos Nissan o Toyota son conscientes de todo lo que pueden aguantar sus vehículos. Cien veces reparados y mil veces remendados, los Tap Tap son realmente la fuerza que mueve este país.

Pero, sin duda, lo que más me gustó de la experiencia fue descubrir por qué se llaman Tap Tap. Una vez que uno se monta en esos humeantes y tremendamente ruidosos vehículos, resulta en ocasiones un poco difícil comunicarse con el conductor para decirle dónde quiere uno bajarse. Pero lo que suele hacerse es golpear un par de veces con una moneda en la chapa del techo; ese sonido: “tap, tap”, es el que el conductor reconoce como señal y el que da nombre al medio de transporte nacional haitiano.

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