El gobierno, desde los medios de comunicación, nos transmite un nuevo mensaje de preocupación hacia los millones de ciudadanos en situación de desempleo: ¡Debemos irnos de vacaciones!
Se nos advierte que nuestra salud física y mental se resentirá si no lo hacemos, y que descenderá nuestro grado de autoestima, e, incluso, nuestra autopercepción de prestigio social, (¡¡¡???)
Una vez más, somos los trabajadores, en este caso incluso los ex-trabajadores, los que tenemos que arrimar el hombro para levantar la economía. Como este año ni siquiera han aparecido demasiadas ofertas de trabajo temporal para el verano, se nos sugiere que colaboremos al repunte del P.I.B. yéndonos de chiringuitos.
Eso sí, se nos recuerda, que los beneficiarios de prestaciones por desempleo deben pedir permiso al INEM para trasladarse de su domicilio en vacaciones, un máximo de un mes en territorio nacional y de quince días por el extranjero. Una medida con cierto tufillo totalitario quizá, pero, ¡encima que estás cobrando paro, no te quejes!
Además, este verano de crisis, en el que ya ni los ingleses quieren venir a Benidorm, los empresarios hosteleros de esa ciudad han presentado incluso grandes ofertas para familias en desempleo. La campaña se llama "Ningún español sin vacaciones", y, no sé, me recuerda mucho al "Ningún hogar sin lumbre, ningún español sin pan" del franquismo. En esa época, tras destrozar el país después de la Guerra Civil, las damas de Auxilio Social tranquilizaban sus conciencias repartiendo cuscurros de pan entre los pobres. En 2009, tras haber destrozado la costa mediterránea y haber perdido el favor de los hooligans, empresarios benévolos, tal vez nostálgicos del franquismo, nos ofrecen la limosna de una vacaciones en su "paraíso".
¿Unas vacaciones para "desconectar" o para "cargar las pilas", como afirman, contradictoriamente, el 90% de los españoles entrevistados, año tras año por estas fechas, en playas o en gasolineras para salir en el telediario del 1 de Agosto?
¿O unas vacaciones para olvidar nuestra amarga situación consumiendo? Consumiendo gasolina para llegar a la costa. Consumiendo agua en centros turísticos donde no la hay. Consumiendo gambas criadas en lo que fueron manglares en Asia o Centroamérica. Consumiendo.
Aunque estemos en paro no debemos olvidar nuestro deber solidario como españoles y debemos seguir consumiendo. Así saldremos de la crisis. Aunque algunos sospechemos que la crisis haya llegado, en gran manera, por nuestro afán desmedido de consumo.
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