¿En la perfecta, fría y socialdemocráta Suecia nunca pasa nada?
Tras la aparición de las novelas de Stieg Larsson, la mayoría de los europeos han empezado a sospechar que Suecia no es tan perfecta.
Pero, mucho antes, otro escritor sueco, Henning Mankell, empezó a dar a conocer la cara más oscura de su país.
Lo hizo a través de su personaje, el inspector Kurt Wallander, a quien descubrí no hace mucho.
Wallander no es el típico héroe de novela negra, apuesto y valeroso. El conisario de la pequeña ciudad de Ystad es humano e imperfecto. Alguien a quien es fácil sentir cercano.
En sus novelas, las tramas siempre se van complicando progresivamente; pero el autor se manifiesta respetuoso con el lector y nunca “saca conejos de la chistera”. Wallander avanza lento en sus investigaciones, a trompicones, como un oso caminando por el bosque. Vamos siendo partícipes de todos sus razonamientos, sus dudas y sus errores, así como de sus problemas personales y familiares y de sus inquietudes respecto al futuro de la sociedad. Vivimos la vida de Kurt Wallander.
El autor, Henning Mankell, también es un personaje humanamente interesante. No sólo es escritor de novela negra, sino que también ha publicado cuentos infantiles y obras de teatro. Desde hace 20 años vive la mayor parte del tiempo en Mozambique, donde ha fundado una compañía de teatro y desde donde se ha manifestado repetidamente como un activista en la denuncia de la situación de los niños de la calle en África.
Tras la aparición de las novelas de Stieg Larsson, la mayoría de los europeos han empezado a sospechar que Suecia no es tan perfecta.
Pero, mucho antes, otro escritor sueco, Henning Mankell, empezó a dar a conocer la cara más oscura de su país.
Lo hizo a través de su personaje, el inspector Kurt Wallander, a quien descubrí no hace mucho.
Wallander no es el típico héroe de novela negra, apuesto y valeroso. El conisario de la pequeña ciudad de Ystad es humano e imperfecto. Alguien a quien es fácil sentir cercano.
En sus novelas, las tramas siempre se van complicando progresivamente; pero el autor se manifiesta respetuoso con el lector y nunca “saca conejos de la chistera”. Wallander avanza lento en sus investigaciones, a trompicones, como un oso caminando por el bosque. Vamos siendo partícipes de todos sus razonamientos, sus dudas y sus errores, así como de sus problemas personales y familiares y de sus inquietudes respecto al futuro de la sociedad. Vivimos la vida de Kurt Wallander.
El autor, Henning Mankell, también es un personaje humanamente interesante. No sólo es escritor de novela negra, sino que también ha publicado cuentos infantiles y obras de teatro. Desde hace 20 años vive la mayor parte del tiempo en Mozambique, donde ha fundado una compañía de teatro y desde donde se ha manifestado repetidamente como un activista en la denuncia de la situación de los niños de la calle en África.
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